lunes, 27 de agosto de 2007

blogs como herramienta educativa


Es muy simple decir que los jovenes de hoy no leen y no escriben. Probablemente no lean ni escriban lo que nosostros pensamos que deberían o con la profundidad y reflexión que quisiéramos, sin embargo, habría que hacer un esfuerzo por entender su mundo y, desde ahí ayudarles a ser más críticos. Ellos escriben y leen constantemente, lo hacen en sus celulares y en sus computadoras. En mis cursos del Tecnologico de Monterrey estamos elaborando blogs que les sirvan de escaparate para expresar lo que vemos en clase y todo aquello que sientan y quieran contar libremente. No hay censura ni correcciones ortográficas, es un espacio de expresión que pretende que los jóvenes descubran su potencial y las múltiples posibilidades que la comunicación permite. Aquí las direcciones:


domingo, 19 de agosto de 2007

El Quijote Y Shrek ( publicado en la revista Algarabía)


La tarde que comencé a preparar mi artículo sobre el quijote, miré por la ventana una nube. En ella descubrí la forma de un caballero con lanza que hirió a una nube, como consecuencia comenzó a llover. No sé realmente si la figura que vi es un invento que quise ver o el recordatorio de que el Quijote vive más que Cervantes, vive más que ustedes mismos y que yo. Ha sobrevivido a los tiempos y cabalga en los medios de comunicación, en los cuentos y en la revista Algarabía.
Cuando me enfrento a mis alumnos o a mis hijas e intento explicarles la grandeza de este personaje la misión se vuelve de alto riesgo, insinuar siquiera que lean dos imponentes tomos suscita la burla y debo emprender la retirada para considerar un nuevo y mejor planeado embate.
Mire de nuevo a mi nube en busca de un plan, ella me recordó que es el Quijote la novela más actual de todas, que retrata a un hombre imposibilitado de ser lo que sueña, igual que todos nosotros, pero que se atreve y se inventa ¿Quién no tiene una dulcinea, un amor que idealizamos y que los demás encuentran ordinario?
Para entender a Cervantes y a su Frankenstein, hay que comprender su tiempo. El hombre pasó de una infancia protegida que fue la Edad Media (un mundo dividido entre el bien y el mal cuyo único propósito era lograr el paraíso celestial, un cuento de príncipes y princesas que viven felices para siempre mientras encajen en el orden que aspira la vida eterna) a un tiempo adolescente que se llamó Renacimiento. Una época rebelde que cuestiona la rigidez de la edad media y se pregunta ¿si soy igual a Dios, porqué debo esperar a morir para gozar? ¿Por qué si siento deseos de ser y tener más debo conformarme con ser lo que no quiero?
Don Alonso Quijano ha cabalgado entre los lectores sufriendo o ganando en cada época una nueva interpretación, él y Sancho encarna la lucha entre las dos posturas humanas, el idealismo y el realismo; es una severa crítica a la política de su época, una despedida nostálgica de la Edad Media y el enfrentamiento del individuo ante un mundo moderno y hostil. Para el hombre del neoclásico era percibido como un loco gracioso, incluso ridículo; en la América recién independizada el Quijote es un símbolo de las más altas cualidades del ser humano, símbolo del hombre de república, modelo que los políticos latinoamericanos deben seguir.[1] Para los modernistas es el Quijote alegoría y bandera de la hispanidad, un protector que debe guardar las costumbres de nuestra herencia española ante la amenaza de del imperio norteamericano[2]. La generación del 98 lo toma casi como un santo un ser místico que personifica los valores del cristianismo[3] . Para Jorge Luis Borges la obra de Cervantes es un ejemplo de la incertidumbre entre realidad y ficción y es el Quijote el ejemplo que gesta la teoría de la recepción en su cuento Piere Menard autor del Quijote, en el que ilustra magistralmente cómo el contexto determina la interpretación de la obra de arte, y plantea al lector como creador. Juan José Arreola pondera en Teoría de Dulcinea” el sentimiento amoroso como motor que impulsa al héroe a la locura y al cumplimiento de la proeza.
En fin el Quijote como icono de renovación, del poder creador de la imaginación, caballero de nuestra lengua, crisol que ampara a la diversidad y que otorga voz a la minoría ignorada, a los viejos en quienes persiste la sed de aventuras, en los feos que el amor embellece, en los pobres que sueñan con gobernar islas y en los locos que se atreven a soñar.

Todo esto suena muy bien, me dije, pero no son argumentos que convenzan a los jóvenes para acercarse al Quijote. Pensé entonces que las aventuras de Quijano debían ser traducidas y fue entonces que pensé en Shrek como recurso. Espero que los puristas literarios no se ofendan con la comparación que al fin y al cabo la causa es noble. Así que me propongo comparar a ambos personajes en aras de una traducción fantástica que permita a las nuevas generaciones descubrir la modernidad de la obra de Cervantes.
Toda época de crisis engendra la parodia, como obra de la una saturación, cada época se encuentra al fin de su ruta con las ilusiones perdidas por la muerte de la utopía que le dio origen. El renacimiento fue, por ejemplo, una era de esplendor que entregó su confianza y sueños hacia el humanismo. Tras los logros innegables del periodo, el hombre descubre que dicha renovación ha traído también la incertidumbre y la angustia en una sociedad donde conceptos como libertad e igualdad derrumban las viejas estructuras y quiebran el orden medieval. Podemos entender al medioevo como un tiempo infantil, imperfecto pero certero donde Dios padre y la madre iglesia resguardan a sus hijos y en cada feudo el individuo ocupa un sitio inalterable, el Renacimiento, y posteriormente la Revolución industrial se pueden vislumbrar como un periodo adolescente donde los individuos se sienten omnipotentes por un lado, pero experimentan la angustia de saber que poseen libre albedrío, que su destino les pertenece y que se encuentran terriblemente solos. Este sentimiento es el origen de la modernidad. Por todo ello no es casual que el Barroco haya sido un periodo crítico donde los hombres se percatan de que la embriaguez renacentista los devuelve a las angustias primarias ontológicas: la ineludible muerte, la volatilidad de la felicidad y la inexistencia de la utopía.
El Quijote, caballero Barroco, que representa la pérdida de las ilusiones, la heroicidad del hombre mediocre (sin ser peyorativo), el derrumbe de la certeza, la relatividad de la realidad, es decir, no existe una historia oficial sino varios puntos de vista. Es en este sentido que la Novela de caballería representa la agonía de la Edad Media, y es el Quijote quien acaba con este sueño al poner ante el espejo al héroe Barroco: un hombre que se aferra a un sueño inconquistable, un hombre vulnerable, enamorado de una mujer corriente. Su grandeza estriba en su derecho a inventarse, la locura de saberse vivo para la muerte sin embargo luchar por conquistar la vida.
El análisis del Quijote es sumamente complejo puesto que posee muchos planos y niveles de interpretación, el caso de la película Shreck es más simple, se trata de un texto más sencillo, sin embargo existen muchos paralelos entre estos dos textos que nos pueden dibujar las épocas y circunstancias que les dieron origen. Es importante señalar que todas aquellas técnicas literarias que llamamos post modernas se encuentran o son tomadas del Quijote, considerada la primera novela moderna. Las artes se influyen entre sí por lo que (la novela y el cine que son géneros muy similares, no son la excepción)
La fabula en Shrek obedece a la fábula tradicional, organizando las acciones y personajes tal y como lo señala Vladimir Propp respecto de los cuentos de hadas. La trama se resume en un héroe que sale de su aldea para rescatar a una princesa de las garras de un dragón. Hay un villano que se opone al compromiso de héroe y princesa y que intentará por todos los medios de evitar el idilio. El personaje de burro e incluso el dragón (posteriormente) actúan como ayudantes del héroe. EL beso es el elemento mágico que rompe el hechizo al que la princesa está condenada y la conclusión es idéntica al final tradicional: la boda que representa el final feliz.
Podemos afirmar que la novela de caballería y el cuento de hadas son parientes cercanos, en su origen, los cuentos de hadas no era orientados hacia el público infantil, eran historias iniciáticas tribales en un principio, posteriormente leyendas morales que procuraban orientar a los individuos de una sociedad. Su transmisión fue en principio oral, al igual que la leyenda, es probable que tuviesen un germen de realidad que se fue contaminando de magia para engrandecer su simbolismo. La novela de caballería surge en la Edad media como idealización al caballero de las cruzadas y exalta las virtudes y heroísmo de estos caballeros que luchaban por recuperar el cáliz o Santo Grial (en muchos sentidos identificado como símbolo y metáfora de lo femenino, de la herencia del Mesías e incluso como un camino espiritual) en esta aventura, el caballero como el héroe del cuento folclórico se enfrenta a un oponente representado por un ogro, un dragón, un mago etc. Su premio al final de la historia es la dama virtuosa con la que contraerá nupcias. La fábula del Quijote es radicalmente distinta aunque parte del mismo origen, pero su intención es poner en evidencia lo ridículo de una pasión colectiva (la novela de caballería) y retratar la épica de la vida real, el héroe moderno que se enfrenta a la difícil e imposible batalla de empatar la realidad a sus sueños.
Alonso Quijano ha enloquecido por la lectura de las novelas de caballería, decide a sus cincuenta años dar vida a aquello que lee. Desencantado en un imperio agónico (derrota de la armada invencible ante Inglaterra, empobrecimiento de la corona española) decide ir por los caminos de la Mancha vestido como caballero del s XV en el s XVII, con la misión de deshacer entuertos, salvar princesas etc. Sancho además de fungir como su ayudante, empleando los términos de Propp, es su contraparte, la acción es simple: el Quijote se involucra en múltiples aventuras que pasan de ser eventos cotidianos gracias a la imaginación del protagonista. Realmente no pasa nada, la realidad no se transforma, la transformación se da en la psicología de los personajes y, me atrevo a decir, en la percepción del lector. A medida que los acontecimientos se desarrollan el Quijote recupera la razón, al hacerlo pierde las ilusiones y muere; por su parte Sancho se Quijotiza pues toda la fantasía de su amo que en un momento le resulta ridícula, cobra sentido y le da razón a su existencia. Los lectores nos miramos al espejo al descubrir que la realidad, tal como nos señala Alonso Quijano en su aventura no es más que un juego de percepciones, la verdad no existe, cohabitan distintas versiones que se amoldan a los ideales y percepciones particulares. Pero ante todo, es nuestra vida la heroica cruzada por reinventarnos a diario y aferrarnos a nuestros sueños. En la parodia se encuentra entonces un fiel retrato de la vida humano, un tanto ridícula, un tanto conmovedora en la búsqueda de ideales inalcanzables en un ser perecedero e imperfecto: conquistar la vida eterna, la justicia, la felicidad, la verdad y la belleza, imposibles en un ser dialéctico hecho de contradicciones, pero es la búsqueda sublime de lo inaccesible aquello que valida nuestra existencia.
Ante toda esta lectura del Quijote, la comparación con un cuento infantil creado por la industria de consumo parecería trivial, sin embargo, considero importante reflexionar acerca de la parodia en el cuento infantil. Si, como he mencionado en los párrafos anteriores, la parodia se da como agotamiento de un sistema, surge en periodos de decadencia, es probable pensar que el cuento tradicional se encuentre en crisis. Esta afirmación implica que es probable que los valores que dichas narraciones intentaban transmitir son obsoletas en nuestra época y son otros valores los que intentan colarse en la parodia mediante la ridiculización de lo obsoleto. La intención en este trabajo será probar esta afirmación mediante el paralelo entre las dos obras, la comparación de contextos, el empleo de técnicas intertextuales tales como la parodia y el pastiche, la metalingüística y el énfasis en la otredad.

La comparación vino a mi mente cuando vi al verde personaje vestido con armadura dispuesto a salvar a la princesa. Comprendí que el absurdo se da en poner al antihéroe como héroe. Es lo mismo con Don Alonso, que es lo opuesto al caballero andante. Uno es un ogro, villano por excelencia, el otro es un anciano antítesis del príncipe gallardo. La temporalidad se ve alterada en ambas historias, en el Quijote la nostalgia por el pasado provoca que un viejo loco salga a la “modernidad” de entonces (termino relativo) con una armadura caduca y que no se usa más, a luchar por los valores medievales, causando con ello la risa. En Shrek, la risa es suscitada por que en un mundo aparentemente medieval se entromete la modernidad, y escuchamos a burro cantar canciones actuales y vemos al imperio Disney aparentando ser un castillo feudal, también vemos a un hada madrina cuya labor se parece más a la de un cirujano plástico y vemos a Rodeo Drive y las marcas comerciales esconderse tras caracteres góticos.

Realidad y ficción
Tanto en la película como en el libro del Quijote los personajes se saben entes de ficción, en el Quijote sucede cuando se enfrenta a que su historia ha sido escrita por un tal Cide Hammete Benengueli y el libro circula con éxito. En otros momentos se asume escrita por un tal Cervantes y don Quijote incluso entra a la imprenta donde el libro se produce. Nuestro verde personaje mira a la cámara y dialoga con el espectador y sus toscas manos son aquellas que pasan las hojas del cuento que se nos presenta. La realidad y la ficción se abrazan entonces surge la pregunta literaria y filosófica por excelencia ¿qué somos? ¿Quién nos ha creado?

El amor como respuesta
Ambos personajes tienen una amada por quien luchar, ninguna de ellas cumple con el estereotipo de la princesa y mucho menos del rol model femenino que se nos ha vendido desde la Edad Medial. Dulcinea es una porquera vulgar y malhumorada, Fiona una ogresa gorda y fea. Los personajes no son lo que debieran por que intentar comunicarnos que la verdad es relativa y que, es más factible encontrar amadas como Fiona o como Dulcinea que como Nicole Kidman y la Bella Durmiente. Que nuestros sueños son más la locura del Quijote que los trabajos de Hércules y que nuestros maridos desarrollan con mayor facilidad la estética figura de Shrek que la silueta de Brad Pitt.

Todos hemos leído el Quijote todos somos el Quijote. Hoy más que nunca Don Quijote se pasea y puede que mi ventana sea esta: la computadora desde la que escribo y la nube es sólo una mancha de tinta alojada en la memoria. Como antes el texto impreso, la Internet es una ventana donde convergen la ficción y la realidad y nos inventamos un personaje en una realidad virtual donde incluso se practica el sexo cibernético. Surge un ser más auténtico de nosotros mismos, pues como se atreve a decir Almodóvar en la película Todo sobre mi madre, en voz del personaje travestido: Uno es más autentico mientras más se parece a lo que aspira: somos seres incompletos compuestos de sueños y realidades buscando que estos dos mundos empaten algún día.
El Quijote
Shrek
1. Parodia de la novela de caballería
2. Escudero Sancho
3. Amor ideal Dulcinea que engrandece el amor del alma al carecer de belleza física
4. Parodia y crítica de su época: la reforma, crisis del imperio español
5. parodia del caballero
6. Uso del intertexto y el metatexto, técnica de pastiche (textos y personajes que se saben de ficción, uso de otros elementos textuales: otros personajes históricos y literarios. ej. Amadis de Gaula, el Rey Arturo, Cervantes mismo)
7. Planteamiento de la otredad. Versión del antihéroe: viejo, débil
8. Juegos temporales, es decir, se intrometen usos y costumbres de otras épocas en aras del ridículo
9. Participación del lector
10. Obra literaria autoreflexiva, metalingüística, es decir, la obra hace referencia hacia sí misma y hacia la literatura, es una literatura de la literatura, se asume ficción y se nutre y construye de sus mismos artilugios
· Parodia de los cuentos de hadas
· Escudero Burro
· Fiona, obedece al modelo de Dulcinea, pero además es representante o modelo de un nuevo estereotipo de mujer: valiente, irreverente y que busca igualar su rol al masculino
· Parodia la era de consumo, del imperio norteamericano, de los parques temáticos, la idea de la imagen y las apariencias sobre los valores humanos
· Parodia del ogro
· Uso del intertexto y el metatexto (cuentos y personajes que se saben de ficción, uso de otros elementos textuales: otros personajes históricos, literarios y fílmicos. ej. La bella durmiente, la cenicienta, personajes del mundo del espectáculo)
· Planteamiento de la otredad. Versión del antihéroe: el ogro
· Participación de la audiencia
· Obra fílmica autoreflexiva cine hecho de cine.
[1] Textos como El buscapié o Capítulo que se le olvidó a Cervantes de Juan de Montalvo dan cuenta de esta interpretación.
[2] Buen ejemplo de esto es el cuento “Don Q” de Rubén Darío
[3] Véase Vida de Don Quijote y Sancho Miguel de Unamuno

miércoles, 1 de agosto de 2007

Utopias un viejo invento


No hace mucho los críticos declararon la muerte de las utopías, es difícil pensar que un término que emerge de la ficción pueda ser declarado vivo o muerto, y más cuando dicho ideal aloja el deseo de la comunidad perfecta. La primera pregunta que surge es entonces, ¿cómo se puede declarar muerto un ideal? El siglo veinte fue testigo del desahucio de Dios decretado por Nietzsche; la muerte del autor en el arte y Fujiyama llegó a sostener la muerte de la propia historia. Lo cierto es que la historia se sigue escribiendo, las obras se siguen firmando a pesar del pirataje y tanto Dios, como la utopía, siguen alimentando todo tipo de sueños.
Hoy el fenómeno de la realidad virtual y, concretamente, experimentos como Second life, salen de las pantallas y sustentan nuevos mitos. Los temores afloran: están los que se sienten desterrados, incapaces de imaginar o los que especulan sobre las visiones apocalípticas de lo virtual que inunda aquello que llamamos realidad para asfixiarnos a todos.
En un intento por encontrar respuestas al suceso me propongo, como el personaje de John Nash (inspirado en el economista de carne y hueso) de la película Mente brillante, aislar los fantasmas para encontrar algo de certeza. La única aproximación desde mi perspectiva es la comparación con el fenómeno literario que encuentro afín a lo que hoy se da por llamar realidad virtual.
En mis clases de filosofía me enseñaron a partir del concepto primordial, en este caso sería el de realidad ¿Qué es la realidad? Me gusta pensar que se debe proceder como el visor de Google earth, vamos de la toma macro hasta intentar el mayor acercamiento posible. Metafísicamente hablar de realidad es hablar de todo cuanto existe y la existencia es conferida por un ser que percibe. Así, un sueño, un delirio, existen en cuanto una mente sensible es capaz de pensarlos. Cuando hablamos de un personaje como Mr. Hyde no podemos dudar de su existencia en la mente de quienes han leído el libro de Stevenson o al menos escuchado el nombre del personaje; hay una referencia mental que le da sustento; a mayor conocimiento más completo será el personaje y, aún así, todos los Mr. Hyde serán distintos en cuanto a que cada ser imprime en ellos su irrepetible interpretación. De ahí a afirmar que Hyde existe como existe el Presidente Calderón o como existió Cervantes hay una distancia enorme.
Los seres inmateriales tienen sus particulares formas de existencia; los personajes y atmósferas representados en la ficción (literatura, cine, teatro, etc.) están construidos con palabras, imágenes, formas y colores o actores que, mimetizándose con la realidad, diseñan una posibilidad alterna al orbe que nosotros, seres humanos, habitamos. De no existir un lector o un espectador que preste el software de su mente para darles asilo a estos mundos representados, ellos se extinguen como se han perdido tantos libros, películas y eventos que han sido borrados de la memoria (como los múltiples textos que se quemaron en Alejandría, los que desapareció la inquisición, etc.).
La física cuántica, por ejemplo, postula que la ‘realidad última' se parece poquísimo a nuestros modelos mentales de la misma, esta interpretación tiene mucho que ver con las posturas fenomenológicas que nos hacen pensar que la "realidad" es un modelo virtual generado por nuestros cerebros. Sin embargo, el gran riesgo es caer en el relativismo que ha contribuido a clasificar de postmoderno todo lo que es ambiguo, y ha vaciado de significado este término que hoy parece un gran basurero en el que todo cabe. Cuántica o no, virtual o no, tenemos certeza sobre nuestro destino mortal (al menos hasta hoy); sabemos que somos incapaces de volar sin recursos técnicos, y no dudamos ante un cúmulo de cosas más que no están sujetas a meras interpretaciones, de hacerlo, millones de idealistas se hubieran roto la cabeza por emular a Superman. En terrenos literarios y tomando a uno de los personajes más ricos en interpretaciones: el Quijote puede ser un loco, un soñador, la España en decadencia pero por ningún motivo cabe interpretar que Alonso Quijano es un travestido luchando en pleno Siglo de Oro por la igualdad de género.
Retomemos el concepto de virtual, en inglés quiere decir "casi". Originalmente, refiere a la esencia como potencia, anterior al ser formalmente reconocido como tal, y se opone a lo "actual". En este sentido, un feto sería un hombre virtual. Algunos dicen que lo virtual es lo "casi real"; otros hablan de lo "hiperreal”. Recuerdo el célebre monólogo del personaje travestido de la película de Almodóvar Todo sobre mi madre que dice que somos más auténticos entre más nos parecemos a lo que soñamos ser. Esta postura me parece un tanto romántica, en lo personal considero que si eso fuese cierto no habría necesidad de ser legitimados ante la mirada del otro y entonces podríamos recluirnos a soñar despiertos y, finalmente, nos tornaríamos en un libro que nadie lee, comenzaríamos a disolvernos como Fantasía en las fauces de la nada (Mihail Ende La historia sin fin).
Podemos afirmar hasta aquí que la virtualidad es una alternativa, un modelo que pretende recrear un mundo: una novela, una pintura, una película… Como actos comunicativos requieren de un emisor: autor; un mensaje: obra; un canal: papel y tinta, pantalla y proyector; pantalla y bits; diálogos y actores, etc.; un código: lenguaje, trazos, imágenes, etc.; un receptor: lector, espectador.
Las nuevas tecnologías, desde el cine funden varios códigos hasta llegar al teléfono celular que agrupa la imagen, la escritura, el audio, pero sobretodo, tienen una capacidad de transformación y velocidad de respuesta que no tienen las obras de arte. Mientras el arte persigue una experiencia estética y la respuesta o transformación que logra en el ser no es fácilmente medible, la interacción de las nuevas tecnologías sí es cuantificable. Su calida estética es discutible y motivo de otra reflexión, su pretensión es, ante todo, la simulación de libertad que permite ser creador y espectador al mismo tiempo.
Retomemos el concepto Second Life. Se trata de un sitio en Internet llamado Metaverso, término tomado de la novela Snow Crash escrita por Neal Stephenson en 1992. Este sustantivo ya es un genérico de espacios 3D donde los humanos interactúan social y económicamente como iconos a través de un soporte que es metáfora del mundo real. El título de la novela se refiere a la imagen de ruido proyectada por un televisor cuando pierde la señal. Este fenómeno alude al caos y la pérdida de información, lo que el autor denomina infoapocalipsis; es también parodia de la primera frase de la novela Neuromante de William Gibson, donde se compara el cielo con la imagen de un televisor estropeado. Snow Crash es la novela más popular del (sub)género literario denominado cyberpunk; cuenta la aventura de Hiroaki Hiro, un repartidor de pizza en el exterior y príncipe guerrero en el metaverso. Hiro descubre un poderoso virus informático que proyecta una imagen de ruido constante sobre un monitor lo que afecta a la capacidad del lenguaje. El responsable de todo esto es un delincuente apodado Cuervo quien provoca este fenómeno inspirado en una serie de mitos y leyendas relativos a Babilonia. Snow Crash es la novela de cyberpunk más vendida de los años noventa, considerada por la revista Time entre las 100 mejores novelas en inglés escritas desde 1923.
En este ciberespacio, los habitantes se llaman avatares. Semánticamente la palabra proviene del francés y del sánscrito, quiere decir descenso o encarnación de un dios, fase, cambio, vicisitud. En la religión hindú, encarnación terrestre de alguna deidad, en especial Visnú. Es un término relativo a la reencarnación, a la transformación.
Transformarnos, escapar por un momento de la realidad es un acto cotidiano, lo que asombra es la recreación a través de una pantalla de un simulacro que, por manejar tantos códigos de manera simultánea, permite la posibilidad de inventarse y hacer de inmediato que alguien más sea testigo del artificio; es un intercambio lúdico que nos devuelve a paraísos de infancia donde acordábamos ser piratas o princesas y nadie osaba cuestionar la veracidad de nuestro aspecto; tiempo suspendido donde una cortina podía ser una capa y un camisón el traje del baile. La lectura era un juego aparte, un escondite, la posibilidad de estar a solas.
Dicen los psicólogos que lo que arrastra a los orbes virtuales es la posibilidad de reintegrar aquello que en la vida real aparece disociado. Es literalmente una segunda oportunidad para internarse en espacios o experiencias de las que nos sentimos excluidos. En ese sentido los críticos parecen poner énfasis en las posibilidades de la virtualidad para suplir las limitaciones físicas y económicas del hombre común. Esta valoración es digna de la era materialista en que vivimos, no perdamos de vista que si la quimera es un avatar con el cuerpo y físico perfecto, que tenga ropa y casa suntuosas, es porque, actualmente, los valores sociales fundamentan la superioridad en estos términos. La realidad alternativa que surge del juego o de la invención, suple carencias y posibilita experiencias, ha sido siempre la misión de la fantasía en cualquiera de sus presentaciones. En ese sentido no encuentro ninguna deformación o novedad a la necesidad de evasión característica del hombre que ha sido motor para el entretenimiento y el arte. Lo que sorprende es que a través de una terminal y sin necesidad de salir de casa, se desarrolle un entramado social entre seres que no pueden tocarse o verse realmente. Como prueba de nuestra necesidad social es importante destacar que si antes se especulaba sobre seres imbuidos y solos, perdidos en la virtualidad, inventando parejas y destinos ficticios, la realidad comienza a imponerse y no a la inversa, lo que tanto asusta a la opinión pública.
Resulta mucho más interesante interactuar con una alteridad desconocida que no podemos manipular y tras la que suponemos un ser humano, un enigma como lo somos todos. Es el mundo virtual el que cada vez necesita más de la realidad para legitimarse y si las empresas multinacionales (Philiphs, Toyota, IBM, Reebok, Adidas, Sony BMG y CNET, etc.) están viendo en esto una oportunidad de negocio es porque los avatares usan dólares Linden (por Linden Lab, el laboratorio que creó el software), y nótese que se antepone el nombre de la divisa más importante del mercado, que posee un valor comercial validado por la “realidad exterior”. De no ser así, ninguna empresa estaría interesada. Actualmente la paridad es de 275 Linden por un dólar. Second Life mueve unos 60 millones de dólares al año. Mientras algunos sueñan, otros especulan y se enriquecen ¿qué no es este un juego antiguo?
En terrenos amorosos se cuentan leyendas de amor entre avatares que han abandonado casa y familia para seguir al nuevo amad@, pero sería muy ingenuo pensar que vivieron felices para siempre en Metaverso. Como toda fantasía tiene un gran poder erótico, pero llegará el punto en que las dos almas escondidas tras un avatar fenomenal necesiten verse y tocarse; reconocer su verdadero sexo, edad e intenciones.
¿Es diferente esta experiencia a los romances epistolares del siglo XIX? ¿No acaba la realidad por imponerse?
Retomando a la literatura y al arte para construir por alusión, podemos señalar que han sido utilizadas como herramientas moralizantes deteriorando con ello su calidad estética; también han sido y son víctimas del materialismo desmedido. Second Life es per se una experiencia de mercado, una hipérbole de los deseos de consumo que pretenden enfrascar la felicidad en tarros de crema. En la Tierra la cirugía cosmética y la moda son negocios hiperrentables, por qué no inventar un metaverso donde se puede comprar el color de piel, bíceps de Schwarzenegger o los ojos de Lindsey Lohan. En lo que toca al moralismo, no han faltado los cándidos que han querido civilizar este universo. En diciembre de 2006 se creo el Second Life Liberation Army (Ejército de Liberación), un grupo de "guerrilleros" que atacan a los avatares que se acercan a los locales comerciales y los trasladan automáticamente a otra parte del mundo para evitar que realicen compras. Incluso la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS) lanzó el año pasado el programa Second Life Relay For Life. Los residentes de este “paraiso” podían contribuir al trabajo de la sociedad comprando una camiseta virtual de la ACS para su avatar. ¿Les dará cáncer a los avatares o será que no olvidan que quien está detrás pondría padecerlo? La ONG española Mensajeros de la Paz creó a Jubilee un avatar morenito y sin hogar, para generar conciencia en sobre las necesidades de los niños pobres, la petición: "Ayuda a un niño a tener una segunda oportunidad en su Primera Vida". En dos semanas, las donaciones de los residentes destinadas a este cyberhomeless sumaron 30 dólares. ¿Metaverso o metamercado?
Varios analistas destacan las potencialidades educativas de este tipo de plataformas virtuales. Más de cien instituciones educativas tienen sede en el Second life. La Universidad de Harvard tiene una isla virtual que imparte conferencias sobre temas de tecnología. En terrenos políticos este sitio ya es una plaza para exponer plataformas de campaña y discursos de compromiso por los derechos del avatar. Me parece que la enseñanza en general y, particularmente la literatura, son enriquecidas sustancialmente con el uso de las nuevas tecnologías , pero, insisto ¿Quién invade a quién: el mercado a la educación; la virtualidad a la realidad?
Hace no mucho se enjuiciaron a los libros y muchos murieron por su causa; la pobre televisión sigue siendo víctima de la difamación; actualmente no alcanzamos a percibir que son el lenguaje y la comunicación echando mano de todos sus recursos los que, imparables como siempre, construyen puentes y carreteras, utopías y poemas, siempre productos que hacen homenaje a la gracia de esta vida que llamamos realidad y que se impone como siempre y lo ubica a todo en su sitio: Realidad.com

domingo, 15 de julio de 2007

II Reina de corazones y espadas


No hay venganza más temible que el de un monarca destronado. Paula fue reina por largo tiempo, uno podría comenzar su historia diciendo:

Hubo un reino lejano donde la sonrisa de una pequeña era la suficiente para que el sol brillara y una lágrima suya podía desatar huracanes y temblores.

En su mente es así como lo sentía aún antes de lograr verbalizarlo. A penas la bondad de las hadas del cuento de la Bella Durmiente igualaba los dones con los que sus tías y tíos, vecinos y parientes adornaban el ego de esta reina de corazones.

Podrán comprender entonces por qué, el destino de Paula eclipsado por la llegada de su nueva hermana, era más sombrío que los cien años de letargo que azotaron al país de la durmiente. La sonrisa dejó de alumbra al sol para convertirse en una mueca que desata la tormenta. La vida de Paula sólo viene a reafirmar la vieja teoría de Gudrum Ander Grimsy quien terminó desenmascarando las bondades pedagógicas del cuento de hadas, donde por cierto se esconden la dualidad de bruja/princesa, príncipe/monstruo-dragón, que prefigura cualquier mente criminal y que, es hasta hoy culpable de la degradación moral de la sociedad, tal como lo ha discutido con profusión el padre de nuestra actual fenopsicologia post moderna Luke Sky Vather.

Pero no nos distraigamos de la leyenda más cruenta que la criminología haya registrado. Decir que Paula quiso matar a su hermana sería un exceso, al menos no existen pruebas contundentes. Desaparecerla del mapa borrarla de la historia, eso sí. Pero cómo culparla.

No es una relación fácil la que la niña estableció con Carlota porque al tiempo su presencia la creía insustituible, era como si el tremendo dolor que la pequeña cunita rosa al fondo de su cuarto le provocaba, hubiera, también, abierto el camino hacia un nuevo deleite. Iniciaba con el aroma sutil de talco y leche materna, para luego sumergirse entre tules y ver a la criatura más indefensa del mundo y reventar una frágil pompa de jabón cuando flota apacible ¡Cuánto poder y cuánta belleza! Cómo entender que el desprecio y el placer pueden fundirse en un abrazo, como los caramelos agridulces que tanto le gustan.

Es probable que la analogía, que le motivaba a reventar la paz del sueño de la bebe, le invitara a usar la esponja natural, esa con la que la madre le rosa apenas la delicada piel cada tarde de baño. El objetivo, rellenar los conductitos nasales de la chiquita con agua helada. Era apasionante ver como el agua se acumulaba como una alberquita hasta que Carlota tosía y berreaba. Otra vez y otra más a pesar de la dificultad que implica luchar con la cara inquieta. Al oír el llanto la madre reprendió a Paula, tratándola con cierto descrédito como si se tratara de una molesta araña a quien se menosprecia por su tamaño, a la que se ahuyenta de un manotazo. No sería tan fácil parecía decir la niña con la mirada al responder a la madre:

--Mamí te quería ayudar a bañarla…-- La madre la abrazó con displicencia y la mandó a jugar. Empezaba a odiarla también, a resentir que hubiera migrado sus palabras, el tono y hasta sus apodos a esa enana regordeta y sin gracia. Eran privilegios que le pertenecían desde la prehistoria, deferencias apenas necesarias para perpetrar la armonía, incluso de los astros. Mal presagio, el “vivieron felices para siempre” se desmantelaba, se descaraba en una fórmula retórica que daba aire para emprender el nuevo relato, oscuro y misterioso, incierto pero intenso, mucho más que el primero. Un cuento que le revelaba a Paulita una fuerza que no conocía y un proyecto que comenzaba a penas con estrujar entre sus manos las rojizas mejillas de su hermana y mantener el equilibrio de hacerla sufrir sin desanudar el llanto que despertaría a toda la casa.

El ímpetu y la disciplina de los pellizcos llegó a levantar la inquietud sobre la tendencia febril de la bebe, lo que promovió más cuidados y atenciones. Sin embargo, el final, de lo que Paula consideraba la primer batalla fue infeliz. La intensidad de las pasiones se dibuja mejor con claro obscuros y su desdicha fue profunda por haber tenido la victoria pescada de las oreja, o quizás de las patas, pero como una liebre fugitiva salió corriendo para dejarla con el alma vacía.

Una tarde mientras la madre preparaba la tina, le encargoa Paula que cuidara a Carlota. La chiquita yacía desnuda cubierta con su toalla blanca con la cabecita cubierta como una caperucita. ¿Por qué tienes esos ojos tan grandes? Preguntó Caperucita.

Un chillido agudo y sin tregua alertó a la madre que de dos zancadas atravesó del baño al cuarto:

--¡Qué le pasa a tu hermana!—preguntó furiosa.

--No sé—respondió Paulita aterrada y exudando lágrimas por todo el cuerpo.

La madre avergonzada de sus sospechas acarició con prisa a Paulita para tomar presta a la bebe en brazos. Tal vez tendría cólicos, la paseo insistente de ida y vuelta por la recámara pero el berrido no bajaba en intensidad y asustada corrió al teléfono para llamar al médico quien le recomendó llevarla de inmediato. No fue hasta que comenzó a vestirla que fue testigo del agravio, el tatuaje morado y perfecto de una dentadura pequeña y alineada como firma del crimen…


I Traviesa (publicado en Antología del festival del Cuento Brevísimo. Centro Toluqueño de escritores. 2006)




Él la mira a través del cristal de la vitrina. Ella devuelve la mirada y sonríe. Él contempla con agrado su cabello, sus labios carnosos y baja lentamente hasta quedar atrapado en su cintura. Ella lo nota, mira de lado y con fingida ingenuidad mueve la cabeza como quien dice: aún no has visto nada.
Su ropa fue elegida con esmero, los colores debían ser brillantes para resaltar su bronceado. Una falda corta, vaporosa, que sin inhibición mostrara sus largas piernas y sandalias de tacón alto para exaltar los contornos; pies desnudos que invitan a imaginar rincones de piel en resguardo. La firmeza de sus pechos queda insinuada bajo el top de lentejuelas que, por supuesto, no oculta su singular cintura. Ella es la elegida. Así lo ha sido desde hace ya dos meses. La preferida entre todas desde que llegó.
Él sabe que saldrá pronto y se prepara, la espera en el convertible rojo de dos puertas. La desea aún a la distancia. Ella camina despacio para afirmarse dueña del territorio. Una ráfaga de viento le levanta la falda y exhibe sus nalgas que constriñen una delgada cinta de seda que a penas se asoma. Ella experimenta una oleada de poder cuando siente la hipnosis que provoca en él.
Se dirigen al juego...secreto, el favorito. El lugar es siempre el mismo. Un escondite perfecto para dos amantes. La penumbra es su cómplice y ella se desnuda poco a poco. En un seductor baile comienza por lanzar las zapatillas al aire mientras abre las piernas en split. Sorprendente. Prosigue con la boina que atrapaba su larga y dorada cabellera, toma el sombrero con una mano y lo pasea por sus muslos rectos, elegantes, hasta arrojárselo a la cara como un anzuelo. El top sale despacio, revela dos montículos redondos y lustrosos. La cortina de oro tapa sus puntiagudos senos.
Él no resiste más. Se acerca, le arranca la falda con violencia. Ella gime de placer. Lo abraza y lentamente le quita los pantalones. Él, los calzones. Ella corresponde. Le saca la camisa con los labios. Se besan. Juntan sus cuerpos. Se revuelcan. Se estrujan. Se frotan. Se besan. Se tocan. Ahh...mmm.... aaaaa...a...m..a...m...ammmammam. Galopan. Ruedan. Trepidan. Vibran. Palpitan.

—PAULITA A CENAR—.

lunes, 9 de julio de 2007

sábado, 7 de julio de 2007

Mi familia

Si quieres ver las fotos familiares sigue el linkPosted by Picasa

jueves, 5 de julio de 2007

El México que no sale en la foto.



Siempre hay algo o alguien que se escapa a la foto. No existe la fotografía total, es imposible atrapar el momento completo donde lo diverso y lo semejante se toman de la mano para mostrarse sin embates. No existe la radiografía perfecta ni la metáfora sin fugas que abrace en su ambigüedad todos los significados de lo posibles. Es quizás la imposibilidad la única frontera que traza nuestra existencia temporal y fragmentaria.
La escritora Sandra Cisneros, estadounidense de origen mexicano, inicia su novela Caramelos or puro cuento, con la descripción de la fotografía familiar, el recuerdo de Acapulco que un fotógrafo ambulante ha impreso para la posteridad. La narradora advierte por primera vez y muchos años después, que nadie, ni ella misma, habían notado que ella es la gran ausente, se distrajo a la hora del click; la suegra y la nuera se han posicionado estratégicamente en las antípodas del recuadro; los hermanos pequeños sentados en el regazo de la abuela incómoda se hacen cuernitos el uno al otro; el papá con bigotes a la Pedro Infante o a la Clark Gable dependiendo de qué lado esté la frontera; pero la narradora ha sido ignorada y nadie parece notarlo. Como hija de familia de inmigrantes, norteamericana de nacimiento pero mexicana por tradición, pertenece a este espacio de indeterminación que se escapa del relato oficial. Y es que los mexicanos parecemos alinearnos en dos bandos: los claros y los oscuros; los ricos y los pobres; los de campo y los de ciudad y la verdad, el rostro múltiple de este país parece quedar desdibujado, fuera de foco.
Se dice que el catolicismo es nuestra religión oficial y las filas de cristianos inauguradas por rubios inmigrantes crecen día a día. El culto a la Santa Muerte se extiende y ha dejado de ser la calavera de azúcar del día de muertos; se venden vírgenes infantilizadas que prometen desde ayuda para no ir a clases hasta milagros para conseguir dinero para la liposucción. Los gallos, otrora de pelea, se venden en el mercado de Sonora por trescientos pesos para practicar sacrificios a domicilio y cambiar con ello la mala racha. Los narcocorridos y las iglesias a Malverde han coronado a un nuevo héroe hasta canonizarlo.
Casi 20,000 posamos desnudos para un fotógrafo extranjero que sólo sirvió de pretexto para la pluralidad que quiso manifestarse de una vez por todas, pero es que la perspectiva no le hace justicia y por ello el cuerpo colectivo sin ropa gritaba: ¡Foto por foto, desnudo por desnudo! Ese día conocí la pluralidad de las minorías, gays de muchas apariencias y es que el género no es sinónimo de con quién te acuestas. Vi también miles de adolescentes con parche anticonceptivo y una mujer embarazada orgullosa de su estado.
Los teléfonos celulares son herramientas indispensables desde el plomero hasta el empresario, parece no existir futuro ni esperanza si no tienes un móvil para ser localizado, pero al mismo tiempo hay comunidades donde un encendedor bic parece artilugio de magia o el fax es el último artefacto que llevó al pueblo un gitano como Melquíades.
La oferta de placer sexual se ha multiplicado desde club swingers hasta placeres virtuales. Mi abuela cree que es amarillismo hablar de pederastia porque en su sano juicio un hombre que se siente atraído por un infante es de la misma naturaleza que un dragón ¡sólo un invento!
Las niñas participan en concursos de belleza desde los 10 años y saben bailar como Niurka, pero juegan a las muñecas escondidas porque ¡qué oso! ¿Cómo es la infancia en 2007?
La fotografía capta, refleja, no juzga; la literatura también lo hace y por ello quiero asomarme desde la literatura, recuperar fragmentos que me den pié para retratar con un lente alterno y en palabras, los múltiples México que somos, las sombras que usualmente se quedan fuera pero que construyen, por ser limítrofes, la herida de lo que somos y que no siempre alcanzamos a percibir. Me gustaría recuperar las historias que quedan en el tintero, la de los seres comunes, el buscador de fe, ni católico ni santero; el artesano que dejó el telar para vender los últimos estrenos de Hollywood; los juegos de una nueva infancia que no sabe jugar a la roña pero sabe volar aviones por computadora; ni héroes ni asesinos, Mujeres, hombres y niños, almas de un México en construcción.

jueves, 31 de mayo de 2007

El papel del profesor en la era sin papel ( Conferencia SCT Y TEC publicado por Razón y palabra)


Mi papel en la era sin papel.
El escritor italiano Ítalo Calvino, narra en su novela Las cosmicómicas, la historia de Qfwfq, una especie de dios que tiene la edad del universo, vivió la formación de la materia; fue testigo de la creación de las galaxias y de los planetas y ha sido uno de los primeros invertebrados; también fue uno de los primeros animales en abandonar los océanos, e incluso, de los últimos dinosaurios. Es la historia imaginaria de un héroe atemporal que lucha todos los días por conquistar su existencia y justificar su sitio en la tierra; empleando como herramienta y motor indispensables la comunicación. Qfqfq inicia como un ente unicelular y construye una concha para manifestarse y ser notado; luego, desarrolla aletas para habilitar rutas y caminos y finalmente, gesta entre su rostro un par de ojos cristalinos para poder mirar a otros y hacer de la mirada la ruta más amplia que nos transporta desde la tierra y hasta las estrellas.
Los hombres, a través de la comunicación, logramos construir, transformar, planear viajes para descubrir al otro que también se busca y así, nos reconocemos.
En este proceso de reconocimiento logramos descubrir qué deseamos en la vida; así, personalmente me reconocí como maestra de literatura, y ya en este camino, encuentro fascinante el uso de las nuevas tecnologías, rutas nuevas para llegar más rápido, para explorar espacios celestes o virtuales ¿Cuál es el límite? Los sueños son los planos de parajes por conquistar.
En este sentido, me parece que la enseñanza en general y, particularmente la literatura, son enriquecidas sustancialmente con el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, que brindan la posibilidad de interacción, abren el complejo tejido de redes y caminos infinitos y la posibilidad de construir textos sobre textos casi de manera simultánea.
El libro es un dispositivo tecnológico de almacenamiento que ha sido superado en capacidad por el libro infinito que presupone la Internet; sin embargo, ambos mecanismos cohabitan perfectamente. Uno goza de mayor transportabilidad y menor gasto de energía y el otro, consta de carreteras y soportes más sofisticados. Tal como sabemos, el verdadero libro, no el objeto, sino la obra de arte, existe más allá del medio que lo hospeda; las palabras y las historias se guarecen en pantallas de cine o en pantallas de celular pero es ella, precisamente la escritura el gran invento tecnológico.
Debemos tener en claro que la mayoría de los profesores, somos inmigrantes de la generación tecnológica, nacimos con la televisión en blanco y negro y éramos unos niños cuando nuestros padres vieron con asombro la llegada a la luna. Los alumnos, son nativos de la tecnología, los teléfonos celulares, los dvds, los juegos interactivos y la Internet. Estos sistemas están ahí como los árboles o las nubes desde el día que vieron la luz, y la música la llevan por dentro en los Ipods. Establezcamos, pues, nuestras diferencias para buscar las coincidencias:

§ Mientras que ellos viven a gran velocidad y procesan información del mismo modo; nuestra velocidad es convencional, aunque somos más reflexivos.
§ Sus procesos son paralelos, es decir, pueden hacer muchas tareas al mismo tiempo; nuestros procesos son lineales y terminamos primero una actividad para proseguir con la que sigue.
§ Son más receptivos a los estímulos visuales; mientras que nosotros, reaccionamos mejor ante el texto escrito.
§ Ellos proceden al azar y sin orden aparente; nosotros, tenemos que actuar paso por paso.
§ Ellos están conectados con el mundo a través de messangers, mails, teléfonos, etc.; mientras que a nosotros nos cuesta trabajo incluir todo ese equipo en la vida cotidiana y por tanto nuestra capacidad de respuesta es más lenta.
§ Les gusta involucrarse interactivamente, nosotros somos y fuimos alumnos pasivos, que receptores atentos de la información dada.
§ Miran al trabajo y se comprometen con él lúdicamente, a nosotros, nos enseñaron a verlo seriamente como una obligación.
§ Ven la tecnología como una aliada, nosotros la vemos como una amenaza.
Más nos vale ingresar con gusto a este nuevo mundo para poder hablarles en su idioma. Nuestra ventaja el conocimiento de ambos mundos: tenemos un pie en el pasado, y otro en el presente. Estoy segura de que eso nos dará mayor estabilidad para el futuro. Comencemos pues a establecer un diálogo sin mitos ni superioridades, aportando lo mejor de cada grupo para lograr la comunicación efectiva y con ella el verdadero progreso.
El verdadero aprendizaje debe suministrar información para que sea procesada y transformada por el alumno; el maestro debe ser un guía que oriente al estudiante en su propio proceso, en su ruta de viaje. Debemos ser una sociedad de colaboración donde la responsabilidad nos pertenece a partes iguales. Es como un acto amoroso que requiere de colaboración, la interacción y creatividad.
Hay que acercarse al libro mediante el viaje virtual, disfrutar de su geografía como quien se interna en el museo de Louvre o en el Coliseo romano desde la comodidad de una silla y a partir de una pantalla. La Literatura es, de por sí, un proceso, un espacio de experimentación y recreación, un ejercicio de interpretación que abre fronteras.
Tenemos que pensar en los alumnos como creadores y no como espectadores pasivos; deben batirse en duelo con los discursos educativos para salir triunfantes; deben ser capaces de transformar viejas historias en nuevas aventuras que aporten a su experiencia vital, a su percepción de la realidad; deben ser aptos para construir argumentos sobre ideas propias, tejer un criterio sobre su particular estancia en esta tierra. La educación formal procurará una enseñanza no sólo teórica sino práctica, que sea beneficiosa para la vida en común.
Estudios realizados detectan en nuestros alumnos infinidad de carencias expresivas y comprensivas de los textos: vocabulario reducido, falta de articulación del pensamiento, estructuras sintácticas simples y repetitivas... en resumen, les falla la capacidad de expresión, manifiestan pobreza en habilidades comunicativas ¿No es esto una ironía en plena era de la comunicación? Y es que las nuevas tecnologías son soporte y no sólo espectáculo.
Viejos pensadores especulaban sobre el discurso lingüístico escrito, Lucrecio, creía que las letras eran átomos vivos en constante movimiento; del mismo modo, las nuevas tecnologías de la información están aquí para ser manipuladas y los textos digitales, son recursos maleables, plásticos que invitan a ser modificados, reconstruidos; la educación actual exige la participación, debe ser escenario para actuar.
Las palabras son una bomba de sentido: “hologramas que resumen gigantescas cantidades de información…”[i] contiene más posibilidades que las que aporta el diccionario. El texto digital puede acoger varias dimensiones en las que, en cualquier momento, se puede abrir la puerta que da paso a lo que estaba implícito para hacerlo manifiesto. Así, cada palabra es un hipertexto que nos conduce por múltiples caminos. Pensemos en la palabra revolución: cuantos recorridos podemos hacer por sus confines, tanto históricos y científicos como íntimos y espirituales. El hipertexto es una de las herramientas más sencillas, pero a la vez, más poderosas que las nuevas tecnologías han validado. Acoge la complejidad de nuestro propio pensamiento, es detonador eficiente del laberinto infinito del conocimiento.

Marshal Macluhan predijo que la oralidad y la imagen (cine, radio, TV.) triunfarían sobre la escritura, luego surgió La Internet y los sistemas de procesamiento de palabras, volvemos a ser maestros epistolares con el uso del Email y los Chats:
“Los estudios demuestran que en las páginas web las personas buscan el texto, y luego miran las imágenes. Para buscar vídeos usamos palabras, y es más: al lado de cada sitio de juego, de exhibición de clips o fotos, están los foros y los chats en los que los aficionados cambian información, se cuentan proezas o sencillamente están en contacto. La red es hoy una gigantesca conversación.web” (IV Congreso de la lengua Española Colombia 2007 José Antonio Millán 24/03/2007)
La síntesis que corresponde a estos dos sucesos la tenemos a la mano: cerrado es un simple teléfono pero al abrirlo se ve lo que es realmente: un celular que puede competir con una PC: con teclado completo, conexiones wi-fi y Bluetooth. Tenemos todas las posibilidades audiovisuales pero sobretodo la posibilidad de la escritura. Este tema es complejo y motivo de una charla aparte. Volvamos al tema que nos ocupa.
Enseñar y aprender son apasionantes, están en nuestra esencia. Las nuevas tecnologías de la información, el humor y el juego, son una buena herramienta para combatir la solemnidad, para acercarnos. Entretener y aprender deben ser términos afines, ya que la curiosidad y la comunicación son el motor de la búsqueda creativa y trascendente. Ello requiere compromiso,
En ese camino nos atrevemos a preguntar, por sólo tomar un ejemplo, ¿Qué estamos haciendo los hispanoparlantes en la red?
§ La mayoría de las páginas están en el inglés, 45%
§ Luego viene el alemán (casi un 7%)
§ el francés (4,95%)
§ el español (4,6%)
Estimación de Funredes (http://funredes.org/, 2005).
Contribuimos poco a proyectos de voluntarios:
§ El Proyecto Gutenberg de libros sin derechos (con más de treinta años en la red) presenta:
§ menos de 150 títulos en español,
§ 18.000 en inglés
§ 1.000 en francés.
§ La Wikipedia
§ En español tiene más de 200.000 entradas,
§ En francés 460.000
§ Los hispanohablantes crean blogs, páginas web, comentarios en foros, suben fotografías y vídeos se estima que podrían llegar a cien millones en todo el mundo, para este año
En lo que toca a la participación institucional en la red:
Cibermetría del Consejo Superior de Investigaciones Científicas lleva años estudiando sus webs (http://www.webometrics.info). Se evalúa la cantidad de páginas que publican, su visibilidad (o enlaces recibidos desde el exterior), la proporción de ficheros ricos (PDF, Word...que suelen tener un contenido más científico) y por último el número de artículos y citas, según Google Académico. En el último estudio, de enero, el resultado es que la primera universidad de un país hispanohablante es la Universidad Nacional Autónoma de México (puesto 84 de todas las del mundo), seguida por la Complutense de Madrid (162) y la de Chile (265). Las mejor situadas globalmente son las de Estados Unidos y Canadá (suman 123 centros entre los 200 primeros y 238 entre los 500), mientras que Hispanoamérica más España suman 2 universidades entre las 200 primeras y 24 -20 de ellas españolas- entre las 500. (Idem)

La invitación es aprovechar los nuevos soportes para acercarnos, con un poco de suerte, podremos sembrar en la eterna dialéctica alumno / maestro un diálogo interesante y divertido que bien puede ser ilustrado con la disimulada respuesta que el director Skinner, personaje del famoso programa de Los Simpsons, pone en el trasero de Bart (como venganza al papel que el niño le ha puesto primero con la leyenda “patéame”) y que dice: “Edúcame”.
Quizás logremos transformar este juego de poder en un intercambio de coincidencias, en ejercicio de empatía y reencuentro, en una palabra: de comunicación.
Llegamos unos a otros a través de la carretera que une un pueblo con otro, de la voz que se recibe en la intimidad del oído atento, de letras vibrantes que expresan su aliento en una pantalla y que como el personaje de Calvino, Qfwfq, nos encontramos con la mirada desde el arrecife de la prehistoria hasta la pantalla del ordenador para decir que “(…) en el fondo de cada uno de esos ojos … en el ultramundo que se abre atravesando la esfera semilíquida del iris, nos reconocemos “en la oscuridad de las pupilas, en el palacio de espejos de la retina, en nuestro verdadero elemento que se extiende sin orillas ni confines”
[i] Ítalo Calvino Seis propuestas para el próximo milenio. p. 40

lunes, 7 de mayo de 2007

Me desnudé con Tunik y quiero contarlo




Soy hombre: duro poco y es enorme la noche.
Regina Freyman

Soy hombre: duro poco y es enorme la noche. Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben. Sin entender comprendo: también soy escritura y en este mismo instante alguien me deletrea.
Octavio Paz

Desterramos a Cronos como lo hubieran hecho Zeus y sus hermanos en el mito griego. No puedo creer que pasé dos horas desnuda con 20,000 personas y 25 minutos en posición fetal sintiendo el frío del asfalto del Zócalo, corazón histórico y social de mi país. El tiempo fue el gran ausente en un festejo de nuestro cuerpo.
Escuché la convocatoria para la fotografía de Spencer Tunik un día que paseaba por una carretera, jamás había considerado desnudarme en público pero la idea anidó en mis entrañas por muchos motivos: por mi condición de mujer en una sociedad todavía machista, por mi edad y aspecto que no son el paradigma de la belleza perfecta, icono del consumismo y porque siempre he sido una extraña liberal en un país, que hasta hace muy poco presumía conservador. Tenía que enviarme un mensaje a mí misma y a quienes me rodean, dejar registro de que me amo y asumo con el físico que tengo y que miles de mujeres compartimos, que es las páginas de un libro que registran los juegos de la infancia marcados en rodillas y codos; las manos de un hombre que lo ha tocado ávido como si fuera el cuerpo de la Venus misma; las estrías en el vientre pequeñas inscripciones de seres para quienes fuimos hogar y que parecen decir a la distancia “Estuve aquí” firmado por Mariana o por Andrea. Es un cuerpo que se irá eclipsando y que debía fijar ante mis ojos y para la historia en señal de agradecimiento.
Mi primer sorpresa fue cuando mi esposo se mostró entusiasmado con la idea y me prestó todo su apoyo, fue cómplice, chofer y estuvo dispuesto a esperar cuatro horas.
A medida que la fecha se acercaba sentí miedo, el miedo primitivo de la indefensión, pensé en la posibilidad de ser agredida o lastimada en una condición que sospechaba inferior: ¿Cómo correr o defenderte sin ropa? Es algo que hemos olvidado. La naturaleza humana se me fue develando, primero cuando para mitigar el temor pensé que debía ir acompañada por unos amigos y descubrí que sigo siendo un animal de manada. Mi amigo Juan y mi amiga María estaban felices de ir también y comenzamos a planear. Hoy son mis amigos más íntimos, pienso festejar con ellos todos los 6 de mayo hasta que nuestros cuerpos sólo sean un punto en una fotografía colgados en la pared de un museo. Juan y yo somos amigos de parejas, es deci,r Paty su esposa y Leonardo mi marido, él y yo somos más que hermanos y era difícil romper el tabú y el recelo de saber que estaríamos desnudos sin nuestras parejas y cómo haríamos en adelante para convivir vestidos. Pensamos que lo más saludable era separarnos ya en el evento; la noche anterior decidimos lo contrario, permaneceríamos juntos para sentirnos resguardados por la amistad, dándonos valor y sirviendo de cortina si encontrábamos a alguien del pasado que no quisiéramos saludar. A las tres de la mañana nos subimos al coche Juan, Leonardo, María y yo, mi nerviosismo era tal que no paraba de hablar. La primera sorpresa fue el tráfico a esa hora en el centro de la ciudad. Uno de los pasajeros del coche vecino comenzó a gritar ¡Nos vamos a encuerar! Y los cláxones comenzaron a sonar, era como el llamado del jefe de la manada para indicarnos la ruta, la adrenalina se tiño de solidaridad. La multitud para entrar al Zócalo era impresionante y debimos hacer una fila que abarcaba dos cuadras con nuestra hoja de registro en mano. Los rostros y cuerpos eran múltiples, todos los colores y edades, la paleta de un gran pintor comenzaba a desplegarse. Ya formados quise ser grabadora y cámara para registrarlo todo y paulatinamente deje de ser yo. El eco de la música comenzó a desnudarme por dentro, recuerdo la canción de la selva que se oía en las bocinas instaladas en la calle y luego “The sounds of silence” daban pie al respetuoso avance de pies ansiosos por ser admitidos. Al acercarse la hora el orden fue cediendo y todos se colaban para no llegar tarde a la cita.
El Zócalo estaba desnudo y dispuesto a recibirnos, era sublime ver el sitio limpio que en otras ocasiones es invadido por vendedores ambulantes, manifestantes y automóviles. Era nuestra tierra lista para acogernos de vuelta, para recordarnos en un abrazo que seguimos siendo suyos y que nunca ha dejado de pertenecernos aunque la basura y las consignas la empañen. Nos sentamos en el asfalto miles de vestidos dispuestos a encuerarnos. Las prisas eran tantas que unos llegaron de bata otros de pantuflas o las manos nerviosas de otros más desabotonaban las camisas presurosos como amantes ansiosos. Ya sentados todos éramos amigos, platicábamos sin recelo y nos contábamos chistes o nuestros motivos para estar ahí. Hermanos de cabellos pintados, tatuados, niños nice o viejos, personajes que en otro ámbito hubieran causado nuestra desconfianza. “Nosotros nos vinimos a escondidas de nuestros papás “nos contaron una pareja de novios que adoptamos María, Juan y yo. ¡México, México! Fue el grito de batalla y los Goyas de la UNAM me hicieron sentirme orgullosa de ser mexicana y producto de CU, y es que me atrevería a decir que en este país no hay institución más querida que la UNAM para quien no dejaron de sonar las porras. Los condones como globos blancos volaban de mano en mano dignos de una fiesta de los cuerpos. Desde el Hotel Magestic nos observaban los fotógrafos y la prensa. Ellos voyeuristas mirándonos y riendo con cervezas en la mano, nosotros sobrios pero ebrios de entusiasmo éramos parte de un grupo privilegiado, éramos los festejados. “De la sierra morena cielito lindo…” Nos pusimos a cantar y del balcón salió una de las organizadoras para pedirnos paciencia pues el sol debía salir por el este. El comentario suscitó la risa y las burlas a la pobre portavoz. Tunik salió por el balcón y agradeció nuestra presencia, como eco llevaba a un pobre traductor nervioso que también fue blanco de nuestras burlas. El escenario era sublime, la catedral a contra luz; el Palacio Nacional y el corazón Azteca se podía oír latiendo debajo del asfalto que nos daba asiento. El momento llegó, Tunik en una grúa y con papel en mano comenzó a leer un brevísimo discurso (muy pertinente en tiempo y palabra) para congraciarse con nosotros y darnos instrucciones. Luego volvió a subir al balcón y desde allí nos dijo que nos quitáramos la ropa. No vi a nadie dudoso, la ropa salió al instante para esperarnos en montoncitos dispuestos como puntos suspensivos en una página negra. La libertad que experimentamos se quedó con nosotros y el cuerpo y su desnudez tomó para siempre otra actitud y otra dimensión. La verdadera belleza hizo su aparición, un cuerpo colectivo y rebelde que fluía rosado y moreno apostándoos en las baldosas de la plaza de la Constitución. Tomamos cada uno un recuadro de piedra, esa era la indicación y desde el edificio del hotel se desplegó la imagen de la primera postura la A. Nos volvimos A y escribimos un mensaje: los mexicanos somos muchos, rompemos récord y no somos tan conservadores como creíamos. Las escrituras en la piel eran múltiples y cada quien llevaba su historia puesta: una pareja de homosexuales corpulentos que parecían la viva imagen de la virilidad se acariciaban discretos con manos fornidas. Uno de ellos llevaba la cola del diablo tatuada a la espalda y una pareja de lesbianas se tomaban de las manos ostentado sus alas de ángel, una las llevaba rosa y la otra azules. Los rebeldes no se quitaron los aretes de genitales, orejas y narices; una chica llevaba a la espalda una cicatriz que le recorría desde el cuello y hasta el cóxis y uno entendía el dolor que algún día supuso. El ingenio mexicano tuvo voz y gritó a todo lo que pudo ante la desesperación de Tunik que nos pedía silencio y orden para no perder la carrera contra el sol. ¡Chingue su madre el Spencer! Grito un osado --El cuadro que está en el Palacio Nacional debe llenarse—ordenó Tunik a lo que le contestamos que llevamos sexenios esperando que se llene. Nos pidió que saludáramos a la Bandera invisible que uno podía imaginar ondeando desde el esqueleto de su asta. Saludamos y volvimos a gritar ¡México, México! para que el mundo nos oyera. Era tiempo de pasar a la posición B y nos tendimos en las piedras para oír de cerca el rumor de la tierra. La frescura del piso nos dio abrigo y miramos al cielo como seguro no habíamos visto antes. Las cabezas en dirección del asta bandera y fuimos bandera, poque quién necesita un pedazo de tela para decirnos que somos México. La Posición C se esperaba con temor. Debíamos acostarnos en posición fetal, llevó tiempo que los cuerpos se resignaran y bajaran la cabeza. ¡Digan güisqui! Gritó uno y rompió el silencio de nuevo. Enconchados con la cabeza hacia la Catedral parecíamos árabes reverenciando a la Meca. El cuerpo entumido regresaba a su posición original y se olvidó del tiempo y del frío.
Más adelante nos dispersamos pues debíamos ir hacia Madero y formar una flecha. La indicación del fotógrafo fue que nos abrazáramos y así lo hicimos. Nos tocamos y nos miramos conmovidos. Llegaba el momento de las mujeres. ¡Norberto Rivera el pueblo se te encuera! El instante fue climático, nos pidió a todas que nos acercáramos hacia Palacio Nacional mientras que ellos iban a vestirse. ¡Mujeres, mujeres! gritamos con una fuerza inusitada ¡Sí al aborto, sí al aborto! Se perdió la frontera corporal y ese espacio que como burbuja nos protegía ante la presencia de los hombres se desinfló (antes jamás nos rozamos y el miedo masculino se manifestaba con albures y advertencias cada que se nos pedía que nos echáramos para atrás). Pero el desnudo existe ante otro vestido y la indignación femenina gritó ante los hombres con ropa que nos fotografiaban y gritaban piropos, olvidando la complicidad que hacía un rato nos arropaba por igual. Olvidamos a los hombres y nos tocábamos y sonreíamos, nos tiramos de lado en el piso a los pies de Palacio (la mano en posición fálica apuntó hacia el balcón presidencial) rodeando las comisuras de la entrada a la estación del metro (las entrañas de la ciudad). Los torsos y piernas recargadas unas sobre otras como olas de río, hijas y hermanas, madres absolutas.
La sesión había terminado y debíamos volver a nuestra ropa, los hombres avergonzados nos esperaban con nuestras bolsas de vestidos en la mano y nos aplaudían en recuerdo de su origen, mexicanos de mucha madre y a toda madre. Fuimos uno sólo y escribimos un mensaje con la esperanza de que muchos y por muchos años nos deletreen.

lunes, 16 de abril de 2007

Las Novelas Mexicanas

Nexos publica en su revista los resultados de una encuesta hecha a escritores y estas son las doce novelas que, por votación, eligieron como las mejores de los últimos 30 años ¿qué te parece?

jueves, 29 de marzo de 2007

Oración al Dios de las palabras


Oración al Dios de las palabras

Se voz que engendre entre mis labios
La mágica sonata de mi sangre

Que brote entre mi néctar
El ritmo de la noche
El murmullo de la estrella
Y el cantar de los amantes

Haz que silbe entre mis dientes
El peregrino huir del viento

Que el mar completo
Con trémulos vaivenes
Esparza su espuma en erupciones.

Haz de mis palabras
Nidos de colores
Agonía y suspiro de la sombra

Que dicte con pericia
Esta piel amoratada
El fuego de mi lengua que se enreda
En una voz desamparada
.

Las 10 favoritas en español

LAS 10 MEJORES NOVELAS en español según los participantes del XIII Congreso de la lengua española ¿Cuál leeremos primero?

1. El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez.

2. La fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa.

3. Los detectives salvajes, Roberto Bolaño.

4. 2666, Bolaño.

5. Noticias del imperio, Fernando del Paso.

6. Corazón tan blanco, Javier Marías.

7. Bartleby y compañía, Enrique Vila-Matas.

8. Santa Evita, Tomás Eloy Martínez.

9. Mañana en la batalla piensa en mí, Javier Marías.

10. El desbarrancadero, Fernando Vallejo.