jueves, 11 de diciembre de 2008

Portafolio docente

Portafolio
Un portafolio educativo es un diálogo entre el maestro y el alumno, mismo que se tangibiliza a partir de una colección sistemática y organizada de evidencias del aprendizaje de ambos, que se concentra en el trabajo del alumno, en la elaboración creativa y bien fundamentada de ejercicios por parte del maestro. Es un material que es indicativo de logros, habilidades, actitudes y procesos de autoreflexión en una materia determinada.
Me gusta la idea de que sea la representación material de un proceso de diálogo entre los integrantes de un proceso educativo. Una especie de álbum que registre la experiencia y evolución de su relación personal e intersubjetiva. Es un viaje personal a través del conocimiento. Presupone un itinerario de viaje, actividades por descubrir y cimas que conquistar.
Llevo muchos años coleccionando trabajos de mis alumnos, son una cita de encuentro, una memorabilia que me recuerda personajes que han pasado por mi clase y han dejado huella, son el pretexto para construir ejercicios y actividades nuevas y que me permiten verme al espejo de la maestra que he sido y que puedo llegar a ser. No existe mayor placer que recibir actividades (ensayos, presentaciones, cuentos, etc.) que superen con mucho lo que se proyectó, esa demostración de pericia y de entrega de parte de alumnos que nos dan más de lo que pedimos es lo que me obliga a dar un porcentaje más en cada oportunidad. Aquí pongo un ejemplo de una actividad que consistió en compara La serie Lost y El señor de las mosca con la intención de fomentar la lectura.

Knowledge Hub


Estuve en un taller a distancia sobre el uso de la plataforma Knowledge Hub y aquí relato mi experiencia. Dado que el próximo semestre impartiré la materia de LITERATURA Y NARRATIVA EN LOS NUEVOS MEDIOS para la carrera de Animación Digital, los recursos ofrecidos por Khub me fueron de mucha utilidad, busqué el tema Narrative and new media y encontré una curso muy interesante que puedo adoptar al mío propio pues en él hay actividades que me ayudarán a relacionar la narrativa tradicional con la narrativa para los nuevos medios de comunicación. Lo primero que debo hacer con mis alumnos es buscando las variantes y similitudes de la antigua forma de narrar. El cine supuso nuevas técnicas que cambiaron los géneros literarios y hoy, las nuevas tecnologías presupone la posibilidad de la interacción y el recurso de manejar el tiempo. Antes como lector, uno se limitaba a vivir las acciones narradas por el autor y asumir la identidad del protagonista, hoy el héroe y autor es uno mismo. El operador de un juego de video, por ejemplo, puede tomar decisiones de entre una cantidad de opciones dadas y el tiempo transcurre tan rápido o lento como uno quiera pues existe el recurso de la pausa, la elipsis al saltarse pasos o brincar actividades, el recurso de ir hacia adelante o hacia atrás a voluntad. Es una especie de libre albedrío cibernético. Con ello no quiero hablar de superioridad o inferioridad respecto a otros recursos o géneros de ficción, eso es tema para largas y complejas disertaciones.
Por lo pronto quiero mostrar a mis alumnos que las formas de contar son ancestrales y solamente se van adaptando a los nuevos requerimientos de los distintos soportes y a los gustos y expectativas de las nuevas audiencias.
Comenzaré mi curso este semestre de con un análisis narratológico de uno de los precursores clásicos de los textos digitales: los cuentos infantiles “Choose Your Own Adventure” o Elige tu propia aventura. Serie de libros juveniles de hiperficción, también conocidos como "libros juego” en los que el lector toma decisiones sobre la forma de actuar de los personajes y modifica así la historia. Los libros se publicaron originalmente en Estados Unidos entre los años 1979 y 1998 y fueron traducidos al español por la editorial Timun Mas en los años 80. En 2008, Editorial Terracota. A partir de estas historias los alumnos podrán ver los esfuerzos pioneros por logra la interactividad en el soporte tradicional (el libro).
Este curso me gustó porque me ayudará a combina hábilmente elementos de narrativa tradicional con la flexibilidad y recursos del internet. El Taller me ha parecido muy interesante e ilustrativo, encontré y planeé todo un curso gracias a él, sin embargo, creo que la limitación en los tiempos nos presiona para hacer de estas actividades un proyecto acelerado que no se puede disfrutar ni aprehender con calma.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Ni crédulos ni descreídos (Congreso Innovación educativa día 2)


El teórico italiano Sartori afirmó que nos hemos transformado de homo sapiens en homo videns y el español Max Gubern nos sitúa en la Iconósfera o sociedad de las cuatro pantallas: TV, computadora, celular, cine; además, el filósofo Maurizio Ferraris llama a nuestro tiempo la Era sin papel por el cambio de soporte y por la fusión entre imagen y escritura. En este escenario a los docentes navegamos en aguas desconocidas, nos hacemos miles de preguntas y en esa búsqueda nos sentimos conquistadores de nuevas tierras. Al menos ese fue el entusiasmo que percibí a la distancia desde lejanos puertos a través de la pantalla. Maestros de diferentes estados de la república, colonos de distintas disciplinas compartieron sus experiencias, en cifras con palabras, en imágenes.
Fue recurrente, sin embargo, la queja por la apatía de los estudiantes, el miedo sobre la falta de profundización sobre conceptos, la invitación recurrente a fomentar la reflexión y la discusión inteligente. A los que nos ocupamos de la literatura y el lenguaje nos preocupa que las nuevas tecnologías crezcan en imágenes y sonido y vayan, paulatinamente borrando las palabras escritas y es que nuestro cerebro no está diseñado biológicamente para leer, la lectura y escritura son un cambio tecnológico que cambió la estructura del cerebro al desarrollar conexiones y aprovechar aquellas capacidades que antes ayudaban al hombre para reconocer estructuras simples como el reconocimiento de una senda en el bosque o una huella amenazante. No existen genes ni estructuras biológicas de la lectura. Cada cerebro debe aprender a establecer nuevos circuitos mediante la conexión de las regiones más antiguas, programadas genéticamente para el reconocimiento de objetos y la recuperación de sus nombres.
El pensamiento se volvió más abstracto. ¿Cómo podría cambiar el cerebro si los procesos de lectoescritura cambian? Es algo que todavía no se sabe a ciencia cierta. Como dije antes el estar en un momento de inflexión, me hace reflexionar sobre la importante labor que tenemos los maestros al utilizar las herramientas tecnológicas, cambiando una insulsa clase en un espacio de interacción que, a veces, puede ser tan lleno de estímulos que puede confundirse con un espectáculo ¿Y es que acaso el proceso de aprendizaje no es un gran espectáculo? La respuesta es que, al menos yo así lo creo, que sí. Sin embargo, nos enfrentamos a una tradición que piensa que un curso académico debe ser solemne y con ello pareciera que solemnidad y aburrimiento son lo mismo, y nos enfrentamos a un sinfín de recursos y a una generación altamente estimulada que demanda “más y más rápido”. Ante ello creo importante que los maestros funjamos como el compás que recuerde que deben existir momentos de silencio, de reflexión y de calma. Pugnar por la creatividad y la incorporación de las herramientas de comunicación sin dejar de lado que para asimilar todo lo aprendido se requiere de un tiempo de análisis, de recapitulación.
Resulta curioso saber que muchos de los temores que expresamos respecto de la nueva generación digital son similares a las reticencias que Sócrates mostraba ante la cultura letrada, y es que cabe recordar que va en contra de su método que consiste en poner en duda mediante la discusión. Y es que a Sócrates le preocupaba que la rigidez de la lengua escrita no permitiera que los jóvenes reflexionaran sobre lo que leían, al no haber interactividad, ¿quién les orientaría sobre el conocimiento? Otra de sus objeciones era la destrucción de la memoria, y sí, por más que hurgo en mi memoria algún poema, no paso de tres mientras el buen Homero recitaba por días la Odisea. De esta manera y según él, se perdía el control sobre el lenguaje que no era respaldado por un hablante que hiciera valer su dicho. Pero Sócrates nunca escribió sus razones contra la escritura y si hoy podemos hablar de ellas es gracias a Platón. La triada de sabios de la antigüedad compuesta por Sócrates, Platón y Aristóteles ejemplifica perfectamente los cambios que se orquestan en la transición del conocimiento de una generación a otra, cada uno maestro del siguiente. El primero estaba en contra de la escritura el segundo asumió una postura ambigua y el tercero, maestro de occidente, estaba inmerso en la cultura letrada.
Hoy sabemos gracias a Lev Vygotsky que escribir lleva a nuevas formas de pensar, se recrea interiormente la dialéctica y que la reducción de la memoria individual ha sido en abono del aumento de la memoria cultural. La interacción es una realidad y las dudas acerca del acceso al conocimiento han sido una constante dese el Árbol de la sabiduría hasta Google.
Desconfiemos de las visiones utopías y de la visión apocalíptica pugnemos por el análisis. Me parece que ese fue el grito de consigna de un grupo de maestros que, sin conocernos a cabalidad, luchamos desde nuestras comarcas del pensamiento, desde la isla de nuestras aulas que bien pueden tener 4 paredes blancas o un chat y un pizarrón empacado para llevar en una laptop, por ser el eslabón que proteja lo mejor del pasado mientras incursiona de lleno en los nuevos territorios de la mágica tecnología.

martes, 9 de diciembre de 2008

III Congreso de Innovación Educativa (ITESM)


Me he confesado muchas veces como apasionada de las nuevas tecnologías, para aquellos a los que nos encantan las herramientas de escritura, el intercambio y las imágenes, tener esta caja mágica que lo agrupa todo es alucinante. Actualmente participo en un congreso de innovación educativa y esto que aquí escribo es parte de las peticiones previas al congreso. En este momento no puedo evaluar qué tan efectiva será esta experiencia pues es tanto como hablar de un beso sin haberlo dado. Pero si la analogía se vale, mis expectativas son tantas como la primera vez que vimos al incipiente galán de la primaria. Esto gracias a que me hicieron instalar una herramienta (carísima por cierto, pedí informes y ya tengo mail de Juan, un nuevo mejor amigo que por humildes cifras de miles de dólares, lo instala y hasta me lleva a dar tours mágicos) que se llama Elluminate (eso creo) y que es una maravilla porque agrupa chat, la posibilidad de adjuntar todo tipo de documentos, verles la cara a los participantes (no se trata de timar a nadie es decir, vernos a través de video). En fin que para una mujer del siglo pasado bañarse en las aguas cibernéticas del nuevo siglo me recuerdan que soy una generación puente que le toca aprender y dejar algo del pasado en este futuro recién inaugurado. Estoy dispuesta a aprender y a transmitir esta sensación increíble de haber nacido con un pié en ese siglo veinte y con la zancada preparada para pisar fuerte el nuevo milenio espero no perder el equilibrio, o buen, quién sabe con un poco de suerte estas cápsulas que hoy escribimos en las paredes centellantes de este nuevo espacio caerán de bruces en un futuro más lejano para dejar constancia de los pre- cibernéticos pasos del hombre de la era del papel.