"¿Qué demonios importa si uno es culto, está al día o ha leído todos los libros? Lo que importa es cómo se anda, como se ve, cómo se actúa, después de leer”…. Gabriel Zaid, "Los demasiados libros". Este espacio pretende hospedar comentarios de vida de quienes somos más felices compartiendo. Las palabras nos pertenecen por igual a todos y son ellas las que dibujan nuestro sentir y nuestras experiencias. Bienvenido
sábado, 19 de junio de 2010
Adiós Saramago
"Es conveniente que las despedidas siempre sean breves. No es esto un aria de ópera para poner ahora un interminable adio, adio. Adiós”. José Saramago
Los dos puntos de la línea dialogan sin censura:
“Todos los días tienen su historia, un solo minuto daría para contar durante años, el mínimo gesto, el desbroce minucioso de una palabra, de una sílaba, de un sonido…”
La conversación termina
Asciende y converge en un solo punto:
“Cerremos esta puerta.
Lentas, despacio, que nuestras ropas caigan
Como de sí mismos se desnudarían dioses…
No hablemos pues, sólo suspiremos
Porque el tiempo nos mira.
Alguien habrá creado antes de ti el sol,
Y la luna, y el cometa, el espacio negro,
Las estrellas infinitas”
El silencio, creador que ciñe para ordenar la historia:
“El viajero es feliz. Nunca en la vida ha tenido tan poca prisa. Se sienta al borde de uno de estos sepulcros, acaricia con las puntas de los dedos la superficie del agua, tan fría y tan viva, y, por un momento, cree que va a descifrar todos los secretos del mundo. Es una ilusión que lo asalta de muy de tiempo en tiempo, no se lo tomen a mal”
Un viajero se va y otro llega sin dejar murmullo,
Una voz sin notas fluye interna y no pacta:
“Asistimos a lo que llamaría la muerte del ciudadano y, en su lugar, lo que tenemos y, cada vez más, es el cliente. Ahora ya nadie te pregunta qué es lo que piensas, ahora te preguntan qué marca de coche, de traje, de corbata tienes, cuánto ganas… “
Es la glosa discreta de una música personal y tolerante
Acordes que permiten que al otro lado de la playa alguien más
En el silencio
Edifique su propia peripecia:
"He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro".
Bajo el cielo de estrellas palpitantes se esconden las palabras:
“Sobre la página de un libro se puede llorar, pero no sobre una computadora”
Y qué hacemos entonces con nuestros ojos ciegos que extrañan tu palabra
Los rumores de luz multiplican las visiones
El silencio es prodigio
El silencio es creador
El silencio es remanso
Saramago no dirá más.
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